Taxonomía

ReinoAnimalia
FiloChordata
ClaseSauropsida
OrdenTestudines
Suborden
FamiliaTestudinae
Género        Chelonoidis
EspecieC.carbonaria

Chelonoidis carbonarius

Los machos de esta especie, durante el cortejo, hacen un ruido característico similar al de una gallina.

Características morfológicas


Son tortugas de hasta 51 cm de longitud con la concha oscura y algunas manchas amarillentas en el centro de las placas y en el borde de la misma. Puede verse un estrechamiento a los lados de la concha formando una especie de «cintura» que les da la forma parecida a un reloj de arena.
Los machos suelen tener un tamaño ligeramente superior al de las hembras (unos 30,5 cm frente a 29 cm).
Aunque puede haber muchas variaciones en su coloración, las patas y cabeza aparecen con manchas rojas, naranjas o amarillas.

Alimentación


Su dieta es herbívora estricta, basando su alimentación en plantas, flores y fruta que espera paciente mente a que madure y caiga de los árboles, haciendo vida bajo la copa de estos. Su porcentaje de fruta en la dieta es mucho mayor que en otras especies de tortugas terrestres.

Reproducción


El ritual del cortejo incluye movimientos con la cabeza por parte del macho. El macho en un primer momento se sitúa junto a otra tortuga y mueve su cabeza repentinamente hacia un lado, después retorna al centro repitiendo este movimiento. Si la otra tortuga es un macho responderá con los mismos movimientos empujándola y golpeándola. Si, por el contrario, la otra tortuga es una hembra, no responderá moviendo la cabeza. El macho se mueve para olerle la cola para confirmar que es una hembra antes de comenzar el apareamiento.
Experimentos han demostrado que para que el apareamiento se produzca no es necesario sólo el movimiento de cabeza, sino que también es necesario una determinada coloración corporal para atraer a la hembra.
Otra característica es que los machos emiten durante el cortejo y apareamiento un chasquido parecido al de una gallina. En estado salvaje, la Chelonoidis carbonaria pone entre 5 y 15 huevos, entre julio y septiembre, que son enterrados en un nido en la tierra. Las crías suelen eclosionar en unos 120 días.

Amenazas


Son tres las principales amenazas de esta especie, la deforestación por parte del hombre para crear cultivos, la caza para su posterior venta ilegal como mascota y la caza para consumo como alimento, ya que en la iglesia católica se considera que no es carne y por tanto se permite su consumo en Semana Santa, siendo muy numerosa la caza en estas fechas.

Estatus y conservación


Especie no evaluada por la IUCN pero si incluida en el apéndice II del convenio CITES para su protección.