Los machos mudan cada año su espectacular cornamenta al igual que otros cérvidos.
Características morfológicas
Son cérvidos de cuello largo y delgado, con la cara alargada y las orejas grandes y puntiagudas. Tiene una longitud de entre 1,3 y 1,7 m, una altura de 80 a 105 cm y puede pesar entre 40 y 100 kg.
Podemos encontrarlos en cuatro variantes de color entre el blanco, el color café claro y el oscuro casi negro, con un pelaje variable, más oscuro en invierno y moteado de blanco en verano. El aspecto de su cola es también característico pues es muy larga en comparación con la de otros ciervos y presenta una línea negra en la parte central. Además, la zona que rodea al ano tiene un dibujo bien definido en blanco y negro.
Si hablamos de claros casos de dimorfismo sexual debemos incluir al gamo ya que, aparte de ser más corpulentos que las hembras, los machos presentan unas características astas que renuevan cada año y que aumentan de tamaño con la edad.
Hábitat
Hasta tiempos de la última glaciación, los gamos ocupaban territorios de gran parte de Asia y Europa, pero fue entonces cuando la extinción de la mayoría de poblaciones, dejó solo grupos en parte de Asia y el Mediterráneo oriental.
Desde esos grupos se fue introduciendo en toda Europa, incluida la península Ibérica, además de muchos países del continente americano.
En estado salvaje, predominan en zonas boscosas o de praderas.
Alimentación
Son animales herbívoros que se nutren con alimento herbáceo, aprovechando algún fruto, tallos o brotes de árboles y arbustos, cuando la hierba escasea.
Durante la muda de la cornamenta la ingesta de minerales debe aumentar y se les puede observar lamiendo y mordisqueando cornamentas de años anteriores o piedras de sales minerales.
Reproducción
El apareamiento ocurre en otoño y cada macho dominante se aparea con varias hembras por temporada tras enfrentarse a los otros machos por el territorio y dominio sobre las hembras en el período de la “ronca”. Es por tanto una especie polígama.
Estos mamíferos tienen normalmente una sola cría tras 8 meses de gestación y son amamantadas por las madres durante unos 8-9 meses.
Comportamiento
Las manadas se articulan en grupos familiares, de manera que hembras y crías viven en agrupaciones a las que se incorpora el macho en la época de celo que suele ser en octubre y al que llamamos ronca. En este momento los rivales luchan por las hembras quedando como vencedores aquellos que tienen la cuerna más fuerte.
En junio pueden verse las hembras acompañadas por una cría, aunque en ocasiones pueden ser dos o tres. Los machos jóvenes son expulsados de la manada a los dos años y se juntan con otros machos en manadas propias que se disgregan en el momento del celo
Amenazas
Estos animales no sufren una importante amenaza más allá del avance de las zonas urbanas y la consiguiente destrucción de su hábitat.
Estatus y conservación
Clasificado como “preocupación menor” (LC) en la Lista Roja de la UICN.